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Removamos nuestra mesa directiva con la incorporación de dos mujeres líderes, quienes se toman este desafío con entusiasmo y mucha responsabilidad para seguir ayudando a más personas a concretar sus sueños.

Formada en 2002, la Fundación Crecer ha ayudado a cientos de emprendedores y emprendedoras a sacar su negocio adelante, gracias al constante apoyo no sólo económico sino también de acompañamiento que tiene con cada uno de sus beneficiarios.

Tras dos años de pandemia, cuarentenas y dificultades económicas que aún no terminan, la Fundación tuvo que adaptarse a los nuevos tiempos y ajustar ciertas metas para poder llegar a más personas. Uno de los principales cambios, fue la incorporación de Camila Hernando y Verónica Alam al directorio, quienes se suman a los 5 miembros ya existentes.

De esta forma el directorio actual queda conformado por Juan Alberto Fernández Dávila, presidente; Mauricio Malbrán Hourton, vicepresidente; Cecilia Andrea Stehr Mera, directora ejecutiva, Cecilia Carter Del Buono, directora; José Tomás Correa Concha, director y Verónica Alam Auad junto a Camila Hernando Martel, directoras.

Las nuevas directoras

Camila Hernando es abogada de la Universidad de Chile, egresada en 2015. Es la más joven del directorio y viene a aportar con sus conocimientos en el trabajo en terreno y también a darle una nueva mirada a la Fundación.

Luego de vivir en el extranjero, Camila volvió a Chile en medio de la pandemia y se involucró inmediatamente en proyectos de ollas comunes. En ese contexto llegó a “Todos a la Mesa”, otra fundación creada por la familia Fernández-Carter, que tenía como misión generar recursos para los distintos proyectos que se estaban gestionando a propósito de la crisis alimentaria causada por las medidas de confinamiento.

Luego de esa experiencia y dada su capacidad de gestión y liderazgo llegó a ser la coordinadora general de la Colecta 2021 de la Fundación Crecer, en donde se incorporó la virtualidad por primera vez, que resultó ser todo un éxito, según cuenta la abogada.

A propósito de su experiencia y cualidades, la invitaron a ser parte del directorio este año. Camila Hernando, por su parte, cuenta que lo más gratificante de todo este camino recorrido ha sido “entender este trabajo desde otra perspectiva, desde el apoyo mutuo, donde todos y todas podemos entregar algo mutuamente”.

Verónica Alam, quien también llegó este año al directorio, destaca la horizontalidad que se da entre la institución y sus beneficiarios, enfatizando que una de las cosas que más le atrajo a participar es el acompañamiento que se da y ver cómo los proyectos que se van formando perduran en el tiempo. “La Fundación tiene un volumen que les permite personalizar el acompañamiento a las personas creando un nexo entre ambos, que hace que estos sigan siendo sustentables por un largo periodo de tiempo”.

Alam, por su parte, es doctora y ha vivido durante los últimos 20 años fuera del país, ella llegó como donante a la Fundación y participó también en una olla común en Renca durante la pandemia, donde conoció a Juan Alberto Fernández y Cecilia Carter.

Por su experiencia como ginecóloga y los trabajos que realizó con mujeres víctimas de violencia intrafamiliar quiso aportar en una institución que estuviera enfocada en mujeres jefas de hogar y que les permitiera hacer crecer su emprendimiento desde una perspectiva de igual a igual y no paternalista.

Nuestros agradecimientos a los directores salientes

Hernando y Alam reemplazan a Juanita Rodríguez y Christian Behm, quienes estuvieron cerca de 4 años en la institución. Rodríguez colaboró en revisar los ejes fundamentales de la Fundación, además del cambio de imagen corporativa, la incorporación de la página web, entre otras acciones. Behm, por su parte estuvo en una etapa de transición de los directores y colaboró con sus conocimientos para darle una mirada más digital a la organización. La Fundación agradece a ambos por sus valores, entrega y trabajo realizado.

Uno de los futuros desafíos de la Fundación es lograr tener un abanico etario en el directorio, que sea paritario y que, tal como ahora, cuente con profesionales de todas las áreas, quienes puedan aportar con sus conocimientos y en terreno a las necesidades de las personas que cambian según los tiempos. Este año el principal enfoque es la alfabetización digital de las emprendedoras para disminuir la enorme brecha de desigualdad y volver a la presencialidad que permita seguir capacitando y acompañando a quienes más lo necesitan.