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Juan Pablo y Constanza, hijos de los fundadores de Crecer, Juan Alberto Fernández y Cecilia Carter, se integran a la fundación para fortalecer su crecimiento y ampliar su impacto.

Los hermanos Fernández-Carter son testigos del nacimiento y progreso de Crecer, viendo cómo la fundación partió como una idea de sus papás y tomó forma hasta convertirse en una organización que hoy apoya a mujeres en distintas partes del país.

Juan Pablo es cineasta, y Constanza trabajadora social. Motivados por la visión de sus padres y el deseo de aportar desde sus propias profesiones, ambos se integran a la fundación para contribuir con nuevas ideas y fortalecer su impacto.

“Fundación Crecer es un proyecto que, si bien lo llevaban mis papás, siempre estuvo presente en la familia”, comenta Juan Pablo. “Por lo mismo, me alegra muchísimo haber sido invitado a formar parte del directorio para poder, efectivamente, apoyar en el trabajo que se hace”.

Constanza coincide con las palabras de su hermano, y añade que formar parte de la fundación es un match para ella. “Involucrarme es algo bien significativo para mí. Estoy en esta etapa de mi vida en la que, al igual que mi hermano, puedo ser un aporte para la fundación con mi profesión”.

Una misión familiar

Más allá de su rol en el directorio, para Juan Pablo y Constanza este es un compromiso personal con la comunidad y con la historia de su familia. Con más de 20 años de trayectoria, los hermanos sienten un profundo orgullo por el legado de la organización. “Sostener algo como esto es muy difícil, pero a la vez super valioso”, dice Juan Pablo.

“Cuando estaba estudiando y también recién egresado, colaboré varias veces con la fundación, ofreciéndome para hacer videos. Hoy trabajo en publicidad y he enfocado mi carrera en temas sociales, una sensibilidad que siempre ha sido parte de mí.”, agrega.

Constanza también recuerda cómo, en su etapa universitaria, apoyó a Crecer colaborando en una evaluación de impacto. “Ayudé a mis papás a desarrollar una evaluación de impacto. Desde mi interés y disponibilidad como estudiante enfocada en temas sociales, fue una experiencia enriquecedora pues me permitió crecer en lo personal y profesional”.

Para ambos, formar parte del directorio es una responsabilidad que asumen con convicción. “No quiero que esto se pierda, quiero mantener el legado y seguir apoyando a las mujeres emprendedoras”, afirma Constanza. Juan Pablo complementa a lo dicho por su hermana: “Hemos visto cómo nuestros padres han dedicado su energía a esto. Para nosotros, continuar su legado es algo natural, una forma de retribuir todo lo que han hecho”.

El aporte hacia la fundación

El ingreso de Juan Pablo y Constanza al directorio representa un cambio generacional que trae consigo nuevos enfoques y perspectivas. El día de hoy, Chile es un país en constante transformación, y la integración de los hermanos Fernández-Carter es clave al momento de combinar la experiencia de sus padres con ideas frescas que permitan llegar a más personas.

“Por mi lado, me gustaría hacer un aporte concreto dadas las habilidades, recursos y contactos que tengo”, dice Juan Pablo. “Quiero potenciar alianzas estratégicas y ampliar nuestro impacto, siempre manteniendo la esencia y valores que han guiado a la fundación”, enfatiza.

“Mi interés personal en este nuevo cargo se centra en la metodología, el seguimiento de resultados y la evaluación del impacto de los programas que ejecutaremos”, responde Constanza.

Juan Pablo y Constanza  coinciden en que integrarse oficialmente a la fundación en este momento, y no antes, fue una decisión acertada. Ahora cuentan con experiencia en áreas afines y una mejor comprensión del funcionamiento de las organizaciones. Ambos destacan la experiencia adquirida tras años de trabajo, pero también su disposición de aprender y aportar en lo que sea necesario desde sus formaciones.

Proyecciones y desafíos

Los hermanos están enfocados en fortalecer la visión estratégica de la fundación, ampliando su red de donantes, consolidando el financiamiento y garantizando su relevancia para seguir transformando la vida de sus beneficiarias.

“Estamos muy felices de sumarnos al directorio. Esto va más allá de la familia, porque involucra a muchas más personas, y eso lo hace aún más valioso. Estas organizaciones se construyen desde lo colectivo, y por eso creemos en la importancia de la flexibilidad. No se trata solo de preservar un legado, sino de seguir impactando vidas.”, dice Constanza.

Juan Pablo añade: “Esto es un compromiso que tomamos con mucha responsabilidad, ya que hay personas que llevan más de 20 años dedicadas a esta fundación. Me parece super importante continuar ese esfuerzo y hacer todo lo posible para que siga creciendo y manteniéndose”.