“Estamos en continuo repaso aprendiendo”
Norma Muñoz, una mujer digna de admiración y un verdadero ejemplo de resiliencia, ha trazado su camino a través de desafíos para convertirse en una auténtica fuente de inspiración en su comunidad.
Antes de que la pandemia hiciera sentir su impacto, Norma había encontrado su pasión en la creación y venta de desayunos, colaciones y almuerzos para empresas en las proximidades de su hogar. Sin embargo, cuando el embate del COVID-19 golpeó su negocio hasta llevarlo al quiebre, Norma demostró una capacidad innata para transformarse en lugar de rendirse.
Guiada por su profundo amor hacia los animales y su fiel compañero canino, Koda, Norma tomó un giro audaz en su camino. En la feria Bulnes de Renca, donde asiste los días miércoles y sábado , emergió como una emprendedora, dedicándose a la venta de productos para mascotas.
A través de esta nueva iniciativa, pudo recuperar su estabilidad económica, permitiéndole brindar los cuidados necesarios a su madre, quien requiere asistencia debido a múltiples enfermedades propias de su avanzada edad.
No obstante, Norma no se limita únicamente a su emprendimiento.
Como presidenta de la junta de vecinos, lideró la asombrosa transformación de la sede, un espacio con una historia que abarca más de 68 años. Gracias a su diligente gestión, la sede ahora brilla con un renovado esplendor y está destinada a albergar las futuras reuniones y talleres del Banco “Fuerza de Mujer”, una vez que sea inaugurada.
Al mismo tiempo, Norma está cultivando sus habilidades culinarias a través de un programa de capacitación en banquetería ofrecido por la Municipalidad de Renca. Este forma parte del destacado Programa de Mujeres Jefas de Hogar, una iniciativa que abre nuevos horizontes para que ella continúe emprendiendo.
En este sentido, desde la Fundación Crecer, se le brinda apoyo mediante acompañamiento, capacitación y microfinanciamiento para que pueda retomar su pasión por la elaboración de comida y ofrecer sus servicios una vez más.
“La experiencia mía con la Fundación ha sido muy buena. Porque aparte de que la asistente social nos ayuda, nos hace clases, entonces estamos en continuo repaso aprendiendo nuestras cuentas y a manejar nuestro dinero”, cuenta Norma.
Esta emprendedora personifica una prueba viviente de que la perseverancia y la pasión pueden conducir a logros notables.
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